Arquitectura Racionalista.
Se da en el periodo de entre guerras, su fin primordial es tratar
de poner de acuerdo las exigencias artísticas con las necesidades prácticas y
económicas. Los racionalistas tratan de obtener una simultaneidad de volúmenes,
dentro de sus límites y para hacerlo: Valoran todas las visuales, valoran todos
los planos, exterior e interior, se
mezclan los volúmenes incrustándose unos con otros y las formas verticales se
alternan con las horizontales y a través del uso del cristal se penetra también
en el espacio interior.
Arquitectura Orgánica.
Concibe al edificio como un organismo vivo que crece desde dentro
hacia fuera y que se va completando con las necesidades de sus habitantes, por
tanto el exterior se acomoda al interior y por eso el punto de partida tiene
que ser el conocimiento del hombre; así el arquitecto debe tener en cuenta: El
medio geográfico, el medio climático, la armonía de colores, la luz y la
acústica (el ruido se extiende hacia arriba). El arquitecto tiene que trabajar
en colaboración con una serie de técnicos especialistas. El arquitecto a destacar
es el americano Frank Lloyd Wright, (1867-1959). Gran arquitecto y teórico del
organicismo. Su gran batalla es la conquista del espacio interior de la casa;
además quiere que esta se adapte al paisaje pero no solo en la forma sino,
también en los materiales que deben ser los de la tierra y se deben utilizar en
el mayor estado natural posible. Construye grandes cubiertas, amplias galerías
para estar más en contacto con la naturaleza fundiendo la casa con la
naturaleza que a veces incluso penetra en ella. También hay que respetar las
desigualdades del terreno.
Publicado por Osdary Villegas.
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